Los 9.000 parados eldenses reclaman una verdadera política social y laboral frente a eventos protagonizados por terratenientes latifundistas y que no ha servido en absoluto para revalorizar el calzado eldense.

  La reciente visita a Elda de la duquesa de Alba ha dejado al descubierto la nula política social y laboral del gobierno local, luciéndose la alcaldesa junto a una de las grandes terratenientes española, terrateniente que bien sabemos el uso que hace de sus inmensos latifundios andaluces, frente al problema social de muchos pueblos de Andalucía. Desde COMPROMÍS-ELDA queremos recordar que este problema social también está presente en nuestra ciudad, con más de 9.000 parados que tienen graves problemas vitales y que se sienten abandonados por Adela Pedrosa.

En este sentido, desde COMPROMÍS-ELDA, sin querer menospreciar la labor de valorizar la imagen del calzado con este tipo de eventos, entendemos que esta no es la mejor forma de hacerlo, puesto que la premiada en cuestión no ha hecho, no hace, ni hará nada por enriquecer y fortalecer la imagen del calzado de Elda, sino más bien (y como se ha podido comprobar) tan solo atraer la atención de los medios por su simple presencia, quedando la imagen de Elda y su calzado en un segundo plano.

Cabe destacar que el premio a la mejor calzada, con esta visita y lucimiento social que recuerda otros tiempos, en lugar de prestigiar el calzado de calidad está ahondando en su desnaturalización, llegado a ser más importante la figura del premiado que el motivo y la naturaleza del premio. Además el galardón entregado a la duquesa de Alba, una clara representante de la burguesía especuladora y explotadora y habitual en los medios de comunicación de la prensa rosa y sensacionalista, se ha convertido en el galardón de la vergüenza. Parece que Adela Pedrosa quiere salir en el Hola! y Lecturas junto a la aristocracia.  Esa es la política social y laboral de nuestra alcaldesa.

Desde COMPROMÍS-ELDA sabemos que, si bien este tipo de eventos son necesarios para reafirmar nuestro calzado como un producto de calidad a nivel mundial, no deberían emplearse con fines políticos o como un simple baño de masas por parte de la alcaldesa, como ya hizo con Esperanza Aguirre, pues además de costar un dinero al erario público (cabe recordar que traer a Esperanza Aguirre costó alrededor de 30.000 euros a los ciudadanos de Elda) este evento no tiene una rentabilidad empresarial demostrada, más allá de la noticia de un día en medios sensacionalistas y de escaso rigor.