Cada día en la Comunidad Valenciana se ponen en el mercado 7 millones de envases de agua, refrescos, cervezas… De esos 7 millones, 5 millones de latas, botellas y bricks vacíos no entran dentro del circuito de reciclado de los contenedores instalados en la vía pública y van a parar, en el mejor de los casos, a papeleras, o abandonados en calles y parques con la mala imagen que dan a la ciudad, cuando no acaban en el cubo de la basura doméstica, mezclados con los restos orgánicos, lo que hace complicada su recuperación. Tanto en un caso como en otro, estos envases tienen que ser recogidos por lo servicios de limpieza del Ayuntamiento, con el sobrecoste que ello implica.

Aparte del coste económico y el impacto visual de la suciedad, el coste ambiental que produce es muy grande. Al estar fuera del circuito de reciclado, estos envases van a parar al vertedero, donde se incineran o se entierran.

La Generalitat Valenciana está estudiando la implantación de un sistema de recuperación de envases mediante el abono de un depósito previo, que consiste básicamente en que los consumidores recuperan el depósito que han hecho en la compra de la bebida al devolver los envases vacíos al comercio que más les convenga, y así se evita que diariamente estos 5 millones de latas y botellas acaben contaminando nuestro entorno urbano y natural.

Este sistema, implantado con éxito desde hace años en otros países europeos, triplica los índices de recogida selectiva para los envases sujetos a depósito: al darle un valor económico al envase, convierte el residuo en recurso y aumenta el porcentaje de recuperación del 35% actual para los envases de bebidas (inferior a la media por consumirse en parte fuera de la hostelería y de los hogares) hasta el 90%. La implantación de este sistema permitiría también un ahorro potencial de unos 40 millones de euros anuales para los ayuntamientos valencianos y miles de puestos de trabajo dentro de la economía verde, con un incremento previsto de 60.000 toneladas adicionales de materiales recuperados de calidad.

El operador del sistema devuelve a los comercios lo que han pagado los consumidores más una compensación por la recogida de los envases y realiza la compensación económica entre los agentes que intervienen en el ciclo. Además, se encarga de gestionar la logística de los envases, la correcta recuperación de los materiales y controlar el flujo económico entre los diferentes agentes que intervienen.

El sistema SDDR es totalmente compatible con el sistema de contenedores de la actualidad. Los establecimientos reciben unas bolsas para depositar los envases que serán recogidos por el sistema o por logística inversa una vez llenos. Las grandes superficies y supermercados más grandes pueden optar por los sistemas automatizados de recogida.

Además de todas las ventajas señaladas, la implantación del SDDR haría posible que la ciudadanía participara activamente en un sistema más transparente y eficaz en la recogida de residuos, asumiendo los objetivos de las diversas directivas comunitarias en esta materia, lo que convertiría a la Comunidad Valenciana en un referente en materia de sostenibilidad y economía circular.

Así, los grupos municipales firmantes del Ayuntamiento de Elda como ciudad comprometida con un futuro sostenible, el medio ambiente, la buena imagen urbana y la mejora de las finanzas municipales, presentan para su debate y y si procede la aprobación de los siguientes

ACUERDOS

PRIMERO. Apoyar a la Consellería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural en la implantación en la Comunidad Valenciana del Sistema de depósito, devolución y retorno de envases (SDDR), como medio para luchar contra el cambio climático, mejorar la imagen de la ciudad y la optimización de recursos municipales.

SEGUNDO. Trasladar el presente acuerdo a la Consellería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural.